En este artículo sobre la tercerización laboral en Colombia vamos a tratar de responder a las diferentes dudas que te puedan surgir sobre esta practica laboral cada vez más extendida en Colombia.
¿Qué es la tercerización laboral?
La tercerización laboral en Colombia es una práctica que consiste en contratar servicios de terceros para realizar actividades que no son propias del objeto social de una empresa. De esta manera, la empresa contratante se libera de algunas obligaciones laborales, tributarias y de seguridad social que le corresponderían si tuviera empleados directos.
La tercerización laboral puede tener ventajas y desventajas para las empresas y los trabajadores en Colombia. Por un lado, puede aumentar la eficiencia, la flexibilidad y la competitividad de las empresas, así como reducir sus costos operativos. Por otro lado, puede afectar los derechos laborales, la estabilidad y la calidad de vida de los trabajadores, así como generar una precarización del empleo y una desprotección social.
¿Cuándo hay tercerización laboral en Colombia?
En Colombia, la tercerización laboral está regulada por la Ley 1429 de 2010 y el Decreto 2025 de 2011, que establecen los requisitos y condiciones para que esta práctica sea legal y no afecte los derechos de los trabajadores. Según estas normas, la tercerización laboral solo es posible cuando se cumplan las siguientes condiciones:
- La actividad o servicio contratado debe ser especializado, es decir, que requiera de conocimientos, habilidades o tecnologías específicas que no sean propias del objeto social de la empresa contratante.
- La actividad o servicio contratado no debe corresponder a las funciones esenciales o permanentes de la empresa contratante, es decir, que no sean indispensables para el desarrollo de su actividad económica principal.
- La empresa contratista debe contar con autonomía técnica, administrativa y financiera para prestar el servicio, es decir, que no dependa ni reciba órdenes directas de la empresa contratante.
- La empresa contratista debe asumir la responsabilidad por el pago de los salarios, prestaciones sociales y aportes parafiscales de los trabajadores que presten el servicio, es decir, que no traslade estos costos a la empresa contratante.
Si se cumplen estas condiciones, la tercerización laboral es legal y puede beneficiar a las empresas al reducir sus costos operativos, aumentar su productividad y acceder a servicios de mayor calidad y eficiencia. Sin embargo, si se incumplen estas condiciones, la tercerización laboral puede ser considerada como una forma de evasión de obligaciones laborales y fiscales, y puede perjudicar a los trabajadores al afectar sus derechos laborales, como el salario mínimo, las vacaciones, las cesantías, la seguridad social y la estabilidad laboral.
¿Por qué las empresas Colombianas tercerizan?
Las empresas colombianas tercerizan por diversas razones, entre las que se pueden mencionar:
- Reducir costos: al tercerizar, las empresas pueden ahorrar en salarios, prestaciones sociales, infraestructura y otros gastos operativos.
- Aumentar la calidad: al tercerizar, las empresas pueden acceder a proveedores especializados y con experiencia en el sector, lo que les permite mejorar la eficiencia y la satisfacción de los clientes.
- Flexibilizar la producción: al tercerizar, las empresas pueden adaptarse mejor a las fluctuaciones de la demanda, ya que pueden aumentar o disminuir el personal o los recursos según sea necesario.
- Innovar: al tercerizar, las empresas pueden incorporar nuevas tecnologías, procesos o conocimientos que les permitan diferenciarse de la competencia y crear valor agregado.
¿Cómo afecta la tercerización laboral a los trabajadores en Colombia?
Esta práctica puede tener ventajas para las empresas, como reducir costos, aumentar la flexibilidad y acceder a personal especializado. Sin embargo, también puede tener efectos negativos para los trabajadores, como la precarización laboral, la pérdida de derechos y la desprotección social.
La precarización laboral se refiere a la disminución de la calidad y la estabilidad del empleo. Los trabajadores tercerizados suelen tener salarios más bajos, jornadas más largas, menos beneficios y menos posibilidades de ascenso que los trabajadores directos. Además, suelen estar expuestos a mayores riesgos de accidentes, enfermedades y despidos.
La pérdida de derechos se refiere a la dificultad de los trabajadores tercerizados para acceder a la negociación colectiva, la sindicalización y la participación en las decisiones de la empresa. Los trabajadores tercerizados suelen tener menos representación y menos poder de negociación que los trabajadores directos. Además, suelen estar sujetos a condiciones laborales más arbitrarias e injustas.
La desprotección social se refiere a la falta de acceso a la seguridad social y a los servicios públicos de los trabajadores tercerizados. Los trabajadores tercerizados suelen cotizar menos al sistema de pensiones, salud y riesgos laborales que los trabajadores directos. Además, suelen tener menos acceso a la educación, la vivienda y el transporte público.
Impacto de la tercerización laboral en Colombia en la economía del país
Esta práctica tiene ventajas y desventajas para la economía de un país, y en el caso de Colombia, ha tenido un impacto significativo en los últimos años.
Por un lado, la tercerización laboral puede contribuir al desarrollo económico, al aumentar la productividad, la competitividad y la innovación de las empresas, al permitirles enfocarse en sus actividades principales y acceder a servicios especializados y de calidad. Además, puede generar empleo, al crear oportunidades para las empresas que ofrecen servicios tercerizados y para los trabajadores que se vinculan a ellas.
Por otro lado, la tercerización laboral también puede generar precarización laboral, al afectar los derechos y las condiciones de los trabajadores tercerizados, que suelen recibir salarios más bajos, menos beneficios sociales, menos estabilidad y menos protección sindical que los trabajadores directos. Asimismo, puede generar evasión fiscal, al facilitar la informalidad y el incumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de las empresas que contratan o prestan servicios tercerizados.
En Colombia, la tercerización laboral ha crecido de manera significativa en los últimos años, especialmente en sectores como el financiero, el minero-energético, el agropecuario y el de servicios públicos. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en 2019 el 28% de los ocupados en el país eran trabajadores por cuenta propia o asalariados indirectos, lo que indica una alta presencia de la tercerización laboral.
El gobierno colombiano ha intentado regular la tercerización laboral mediante normas legales y jurisprudenciales que buscan garantizar los derechos de los trabajadores y evitar las prácticas abusivas o ilegales. Sin embargo, aún persisten desafíos para lograr una tercerización laboral responsable y equitativa, que beneficie tanto a las empresas como a los trabajadores y al país en general.