Coordinadora de Actividades Empresariales en traje formal con tablet revisando medidas de seguridad junto a profesionales con EPIs en obra de construcción

Coordinador de Actividades Empresariales: Todo lo que debes saber

marzo 12, 2025

La seguridad laboral es uno de los pilares fundamentales en cualquier entorno de trabajo. Cuando varias empresas confluyen en un mismo espacio, la coordinación se vuelve esencial para garantizar la protección de todos los trabajadores. En este contexto, la figura del Coordinador de Actividades Empresariales emerge como un elemento crucial para mantener entornos laborales seguros y cumplir con la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales.

¿Qué es un Coordinador de Actividades Empresariales?

El Coordinador de Actividades Empresariales (CAE) es la figura profesional responsable de garantizar la correcta implementación de las medidas preventivas cuando concurren varias empresas en un mismo centro de trabajo. Su principal cometido es velar por la seguridad y salud de todos los trabajadores implicados, independientemente de la empresa a la que pertenezcan.

Esta figura representa el punto focal de la vigilancia preventiva en entornos laborales compartidos, asegurando que todas las actividades se desarrollen bajo las condiciones de seguridad establecidas y minimizando los riesgos derivados de la interacción entre diferentes empresas y sus respectivos procesos.

El CAE es, en esencia, el referente principal para la Inspección de Trabajo a la hora de verificar el cumplimiento efectivo de las obligaciones en materia de coordinación empresarial, convirtiéndose así en una pieza fundamental dentro del engranaje preventivo de cualquier organización.

¿Qué hace un coordinador empresarial?

Las responsabilidades de un Coordinador de Actividades Empresariales van mucho más allá de la simple supervisión. Entre sus principales funciones destacan:

  • Coordinar y dar seguimiento a los planes de prevención de cada actividad concurrente.
  • Verificar que todas las empresas disponen de los recursos necesarios para trabajar sin riesgos.
  • Organizar reuniones periódicas entre los responsables de prevención de las diferentes empresas.
  • Facilitar el intercambio de información relevante en materia preventiva.
  • Comprobar la documentación relativa a evaluaciones de riesgos y medidas preventivas.
  • Supervisar la formación e información proporcionada a los trabajadores.
  • Vigilar el cumplimiento de los protocolos de seguridad establecidos.
  • Proponer medidas preventivas adicionales cuando sea necesario.
  • Inspeccionar las zonas de trabajo para identificar posibles riesgos.
  • Actuar como interlocutor entre las empresas concurrentes y las autoridades laborales.

La labor del coordinador es proactiva y dinámica, adaptándose constantemente a las circunstancias cambiantes del entorno laboral compartido y anticipándose a posibles situaciones de riesgo antes de que estas se materialicen.

Marco legal: Normativa aplicable a la coordinación de actividades

La figura del Coordinador de Actividades Empresariales está respaldada por un sólido marco normativo que establece tanto su necesidad como sus funciones. Los principales textos legales que regulan esta materia son:

  • Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, especialmente su artículo 24, que establece la obligación de coordinar las actividades preventivas cuando concurren varias empresas en un mismo centro de trabajo.
  • Real Decreto 171/2004, que desarrolla el artículo 24 de la LPRL y regula específicamente las condiciones de coordinación de actividades empresariales, detallando las obligaciones y responsabilidades de cada parte.
  • Real Decreto 39/1997, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, que establece requisitos formativos para desempeñar funciones preventivas.

Este entramado legislativo no solo determina la obligatoriedad de designar un Coordinador en determinadas circunstancias, sino que también establece las bases para su actuación y los objetivos que debe perseguir en el desempeño de sus funciones.

¿Cuándo es obligatorio designar un Coordinador de Actividades Empresariales?

Según la normativa vigente, la designación de un Coordinador de Actividades Empresariales es obligatoria cuando concurren dos o más de las siguientes situaciones:

  1. Realización de actividades peligrosas o con riesgos especiales que puedan afectar a la seguridad y salud de trabajadores de otras empresas presentes en el mismo centro de trabajo.
  2. Complejidad en el control de las interacciones entre las diferentes actividades desarrolladas en el centro de trabajo, que puedan generar riesgos graves o muy graves.
  3. Dificultad para realizar tareas simultáneas o sucesivas que resulten incompatibles entre sí y puedan comprometer la seguridad y salud de los trabajadores.
  4. Especial dificultad para coordinar las actividades preventivas debido a factores como:
    • El elevado número de empresas y trabajadores concurrentes.
    • La naturaleza específica de las actividades desarrolladas.
    • Las características particulares del centro de trabajo.

Es importante destacar que estas condiciones no son acumulativas sino alternativas: basta con que se den dos o más de ellas para que resulte obligatoria la designación del coordinador, independientemente de cuáles sean.

Perfil profesional: Formación y requisitos

Para ejercer como Coordinador de Actividades Empresariales se requiere una formación específica y acreditada en prevención de riesgos laborales. Concretamente:

  • Debe contar, como mínimo, con formación de nivel intermedio en prevención de riesgos laborales, según lo establecido en el Real Decreto 39/1997.
  • Esta formación debe incluir el contenido especificado en el Anexo V del Reglamento de los Servicios de Prevención y tener una duración mínima de 300 horas.
  • Además de la formación reglada, se valora la experiencia práctica en entornos laborales similares y el conocimiento específico del sector en el que se desarrollarán las actividades.

El perfil ideal combina conocimientos técnicos sólidos con habilidades comunicativas y de gestión, ya que deberá interactuar con diferentes interlocutores y coordinar equipos multidisciplinares.

Según el artículo 13.3 del Real Decreto 171/2004, pueden ser designados como coordinadores:

  • Trabajadores designados por el empresario titular o por otros empresarios concurrentes.
  • Miembros del servicio de prevención propio de cualquiera de las empresas.
  • Miembros del servicio de prevención ajeno contratado por alguna de las empresas.
  • Trabajadores cualificados sin pertenecer a servicios de prevención, pero con conocimientos y experiencia adecuados.
  • Otros trabajadores que por su posición jerárquica y funciones técnicas estén capacitados.
  • Profesionales externos especializados en coordinación de actividades preventivas.

Funciones detalladas del CAE

Las funciones del Coordinador de Actividades Empresariales están claramente definidas en la normativa y abarcan todos los aspectos relacionados con la gestión preventiva en entornos compartidos:

Funciones de planificación y organización:

  • Coordinar la aplicación de los principios de prevención y seguridad.
  • Establecer procedimientos de trabajo conjuntos que integren la actividad preventiva.
  • Programar las actividades que requieran coordinación específica.
  • Organizar reuniones periódicas entre los responsables de las empresas concurrentes.

Funciones de control y supervisión:

  • Comprobar que las empresas contratistas disponen de la documentación preventiva necesaria.
  • Verificar que los trabajadores han recibido formación e información adecuadas.
  • Supervisar la entrega y uso de equipos de protección individual.
  • Vigilar el cumplimiento de los protocolos de seguridad establecidos.
  • Inspeccionar los lugares de trabajo para identificar riesgos potenciales.

Funciones de comunicación y documentación:

  • Facilitar el intercambio de información entre empresas concurrentes.
  • Mantener actualizado el archivo documental relativo a la coordinación.
  • Informar sobre incidentes y accidentes ocurridos en el centro de trabajo.
  • Comunicar cambios relevantes en procesos o instalaciones.
  • Documentar las actividades de coordinación realizadas y sus resultados.

Capacidades y prerrogativas:

  • Acceso a cualquier zona del centro de trabajo cuando sea necesario.
  • Proponer medidas preventivas a las empresas concurrentes.
  • Acceso a la documentación e información intercambiada entre empresas.
  • Impartir instrucciones a las empresas para el correcto desempeño de sus funciones.

Esta amplitud de funciones convierte al CAE en un elemento central de la gestión preventiva, con capacidad para intervenir en todos los niveles y aspectos relacionados con la seguridad y salud de los trabajadores.

Beneficios de una coordinación eficaz

Más allá del cumplimiento normativo, una adecuada coordinación de actividades empresariales aporta numerosos beneficios para todas las partes implicadas:

  • Reducción significativa de la siniestralidad laboral al minimizar los riesgos derivados de actividades concurrentes.
  • Mejora de la eficiencia operativa al evitar interferencias entre diferentes procesos y equipos.
  • Optimización de recursos preventivos compartidos entre las empresas.
  • Mejora del clima laboral al proporcionar entornos de trabajo más seguros.
  • Fortalecimiento de la cultura preventiva en todas las organizaciones participantes.
  • Disminución del absentismo relacionado con accidentes laborales.
  • Prevención de costes directos e indirectos asociados a la siniestralidad.
  • Mejora de la imagen corporativa de las empresas implicadas.
  • Evitación de sanciones administrativas por incumplimientos en materia preventiva.
  • Protección legal frente a posibles responsabilidades civiles o penales.

La figura del Coordinador resulta así rentable a todos los niveles, no solo por su contribución directa a la prevención de accidentes sino también por su impacto positivo en aspectos económicos y organizativos.

Herramientas digitales para la gestión de la CAE

La gestión documental asociada a la coordinación de actividades empresariales puede resultar compleja y consumir importantes recursos. Por ello, cada vez más organizaciones optan por soluciones digitales especializadas que facilitan esta labor:

  • Plataformas de gestión documental que centralizan toda la información preventiva.
  • Aplicaciones móviles para realizar inspecciones y registrar incidencias en tiempo real.
  • Sistemas de validación automática de documentos CAE y certificados.
  • Herramientas de comunicación integradas para facilitar el intercambio de información.
  • Dashboards de seguimiento que permiten visualizar el estado de cumplimiento de cada empresa.
  • Sistemas de alertas automáticas ante caducidades documentales o incumplimientos.
  • Soluciones cloud que permiten acceder a la información desde cualquier dispositivo.

Estas herramientas optimizan los procesos de coordinación, reduciendo significativamente el tiempo dedicado a tareas administrativas y permitiendo que el Coordinador pueda centrarse en aspectos más estratégicos de su función.

La digitalización supone, además, una mayor trazabilidad y transparencia en todo el proceso, facilitando la demostración del cumplimiento normativo ante posibles inspecciones o auditorías.

Casos prácticos: Ejemplos reales de coordinación

Para comprender mejor la aplicación práctica de la coordinación de actividades empresariales, resulta útil analizar diferentes escenarios:

Caso 1: Obra de construcción

En una obra donde intervienen múltiples subcontratas (albañilería, fontanería, electricidad, etc.), el Coordinador debe gestionar:

  • La compatibilidad de actividades que se realizan simultáneamente en diferentes plantas.
  • El uso compartido de medios auxiliares como andamios o grúas.
  • La delimitación de zonas con riesgos específicos.
  • Las vías de evacuación y puntos de encuentro comunes.

Caso 2: Centro comercial

En un espacio donde conviven tiendas, restauración y mantenimiento, el Coordinador debe asegurar:

  • La coordinación entre obras de reforma y la actividad comercial habitual.
  • Los horarios específicos para actividades de mayor riesgo.
  • Los protocolos comunes ante emergencias.
  • La gestión de zonas compartidas como muelles de carga o almacenes.

Caso 3: Planta industrial

En una instalación con procesos productivos complejos, el Coordinador debe prestar especial atención a:

  • La interacción entre personal propio y empresas externas de mantenimiento.
  • Los permisos de trabajo especiales para zonas con riesgos específicos.
  • La coordinación de paradas programadas que afectan a múltiples empresas.
  • Los procedimientos de consignación de equipos e instalaciones.

Estos ejemplos ilustran la versatilidad y adaptabilidad que debe caracterizar la labor del Coordinador, ajustando sus actuaciones a las particularidades de cada entorno laboral.

Preguntas frecuentes sobre el Coordinador de Actividades Empresariales

¿Qué es un Coordinador de Actividades Empresariales?

Es el profesional encargado de gestionar y supervisar la coordinación preventiva cuando concurren varias empresas en un mismo centro de trabajo, velando por la seguridad y salud de todos los trabajadores implicados.

¿Qué hace un coordinador empresarial?

Sus principales funciones incluyen coordinar planes preventivos, verificar la documentación CAE de las empresas concurrentes, organizar reuniones de coordinación, supervisar la formación de los trabajadores y vigilar el cumplimiento de los protocolos de seguridad establecidos.

¿Quién puede ser Coordinador de Actividades Empresariales?

Pueden ejercer esta función trabajadores designados, miembros de servicios de prevención (propios o ajenos), otros trabajadores cualificados o profesionales externos especializados, siempre que cuenten con la formación y capacitación adecuadas.

¿Qué formación necesita un Coordinador de Actividades Empresariales?

Como mínimo, debe poseer formación de nivel intermedio en prevención de riesgos laborales (300 horas), según lo establecido en el Real Decreto 39/1997, aunque es recomendable contar con formación superior especializada.

¿Es lo mismo un Coordinador de Actividades Empresariales que un Recurso Preventivo?

No. Aunque en determinados casos una misma persona puede desempeñar ambas funciones, son figuras distintas con objetivos diferentes: el Recurso Preventivo vigila trabajos con riesgos especiales, mientras que el Coordinador gestiona la interacción entre diferentes empresas.

¿Cuándo es obligatorio designar un Coordinador?

Es obligatorio cuando concurren dos o más de las situaciones específicas establecidas en la normativa, relacionadas con la peligrosidad de las actividades, la complejidad de las interacciones o el número de empresas concurrentes.

¿Puede ser sancionada una empresa por no designar un Coordinador?

Sí. La ausencia de Coordinador cuando es legalmente exigible constituye una infracción grave en materia preventiva, que puede ser sancionada por la Inspección de Trabajo con multas de cuantía considerable.

¿Puede externalizarse la función de Coordinador?

Sí, es posible contratar a profesionales o empresas especializadas en coordinación de actividades preventivas, siempre que reúnan las competencias, conocimientos y cualificación necesarios para desempeñar esta función.

Conclusión

La figura del Coordinador de Actividades Empresariales representa un pilar fundamental en la gestión preventiva moderna, especialmente en entornos laborales donde la concurrencia de diferentes empresas multiplica los riesgos potenciales y complica su control.

Su labor va mucho más allá del simple cumplimiento normativo, constituyendo una inversión en seguridad y eficiencia que beneficia a todas las partes implicadas: empresarios, trabajadores y la sociedad en su conjunto.

En un contexto donde la externalización y la especialización son tendencias crecientes, contar con profesionales cualificados que garanticen una adecuada coordinación resulta indispensable para cualquier organización comprometida con la seguridad laboral y la excelencia operativa.

La coordinación de actividades empresariales no debe verse como una carga administrativa adicional, sino como una oportunidad para mejorar procesos, optimizar recursos y, sobre todo, proteger el activo más valioso de cualquier empresa: sus trabajadores.