La gestión de riesgos en la cadena de suministros es un tema crucial para cualquier empresa que quiera mejorar su eficiencia y seguridad. En este artículo, exploraremos qué es, sus ventajas e inconvenientes y cómo se gestionan los riesgos.
¿Qué es la gestión de riesgos en la cadena de suministros?
La gestión de riesgos en la cadena de suministros es el proceso encargado de identificar, evaluar y mitigar los posibles eventos o situaciones que puedan afectar negativamente el flujo de bienes y servicios desde el origen hasta el destino. Esto incluye riesgos relacionados con proveedores, transporte, almacenamiento y otros aspectos de la cadena de suministros.
Esta gestión implica el uso de herramientas, metodologías y estrategias que permitan anticipar, prevenir y responder a los riesgos, así como mejorar la resiliencia y la competitividad de las cadenas de suministros. Algunos de los riesgos que pueden enfrentar las cadenas de suministros en Chile son: desastres naturales, conflictos sociales, interrupciones del transporte, fluctuaciones de la demanda, incumplimiento de los proveedores, cambios regulatorios, entre otros.
Para gestionar estos riesgos, se recomienda aplicar un enfoque integral que involucre a todos los actores de la cadena de suministros, desde los proveedores hasta los clientes, y que considere aspectos como la planificación, el monitoreo, la comunicación, la colaboración y la innovación.
Ventajas e inconvenientes de la gestión de riesgos en la cadena de suministros
Entre las ventajas, se puede destacar que la gestión de riesgos permite anticiparse y reaccionar ante situaciones de incertidumbre, como las causadas por la pandemia de COVID-19, los desastres naturales, las fluctuaciones del mercado o las interrupciones en el transporte. Así, se puede reducir el impacto negativo en la rentabilidad, la calidad, la satisfacción del cliente y la reputación de las organizaciones. Además, la gestión de riesgos facilita la optimización de los recursos, la innovación, la colaboración y la adaptación a los cambios en el entorno.
Entre los inconvenientes, se puede mencionar que la gestión de riesgos implica un mayor costo y complejidad en el diseño y la operación de la cadena de suministros, ya que requiere de herramientas, metodologías y sistemas de información adecuados para su implementación. También implica un mayor nivel de coordinación y comunicación entre los diferentes eslabones de la cadena, lo que puede generar conflictos o resistencias por parte de algunos actores. Por último, la gestión de riesgos no garantiza una eliminación total de los riesgos, sino una reducción o una transferencia de los mismos a otros agentes.
¿Cómo se gestionan los riesgos en la cadena de suministros?
La gestión de riesgos en la cadena de suministros puede incluir una variedad de medidas, como el monitoreo constante del desempeño y los riesgos asociados con los proveedores críticos, el desarrollo de planes de contingencia y el uso de herramientas para mejorar la visibilidad y el control sobre las operaciones. También puede incluir el análisis detallado y la evaluación de cada nodo en la cadena de suministros para identificar los riesgos. Una vez que se han identificado los riesgos, se pueden implementar medidas para mitigarlos.
Algunas de las herramientas que se pueden utilizar para mejorar la gestión de riesgos son:
- El mapa de la cadena de valor, que permite visualizar los procesos, actividades, recursos y flujos de información que se realizan en cada eslabón de la cadena.
- El análisis modal de efectos y fallas (AMFE), que permite identificar los modos de falla potenciales, sus causas, efectos y acciones correctivas o preventivas.
- El despliegue de función calidad y lógica difusa (FQFD), que permite priorizar los requisitos del cliente y traducirlos en características técnicas y operativas de los productos o servicios.
- La manufactura esbelta, que busca eliminar los desperdicios o actividades que no agregan valor al cliente, como los defectos, las esperas, los inventarios, los movimientos innecesarios, etc.
- La monitorización de riesgos y desempeño, que implica el seguimiento continuo de los indicadores clave de rendimiento (KPI) y el cumplimiento de los estándares de calidad, seguridad y medio ambiente.
Estas herramientas pueden ayudar a mejorar la eficiencia, la flexibilidad y la resiliencia de la cadena de suministros en Chile, especialmente ante escenarios de incertidumbre o crisis como la pandemia de COVID-19.